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jmiguel rodriguez

6-Minute Read

Aunque el siguiente texto es considerablemente viejuno (lo recuerdo ya de los tiempos de Fidonet), hace unas semanas lo encontré por casualidad y, bueno, ya que se acercan esas fechas, creo que es el mejor momento para republicarlo tras unos pequeños retoques. Lamento haber guardado solo el texto pero no el sitio donde lo encontré, asi que no hay via.


Ninguna especie conocida de reno puede volar. Aun así, existen 300.000 especies de organismos vivos pendientes de clasificación y, aunque la mayoría de ellas son insectos y gérmenes, no es posible descartar completamente la posible existencia entre ellas del reno volador que solo Santa Claus ha visto.

Hay unos 2.000 millones de niños (considerando únicamente a las personas con menos de 18 años) en el mundo. Dado que Santa Claus no parece que se ocupe de los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total (unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población). Según estas estadísticas, se puede calcular una media de 3,5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91,8 millones de hogares (suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien).

Santa Claus dispone de 31 horas en Nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes husos horarios y a la rotación de la tierra (vamos a suponer que viaja de este a oeste, lo cual parece lógico para aprovechar la rotacion de la tierra en su favor y que coincidan aproximadamente los horarios en todos los husos). Esto supone 822,6 visitas por segundo.

En otras palabras, en cada hogar cristiano con un niño bueno, Santa Claus dispone de aproximadamente 1 milésima de segundo para aparcar (despreciamos ademas, el problema de frenar en el aire, imaginemos que aterriza para aprovechar el rozamiento), salir del trineo, bajar por la chimenea o abrir las ventanas y contraventanas correspondientes (despreciamos, asimismo, el trabajo adicional que puede suponer la apertura desde el exterior de persianas), llenar los calcetines, repartir los demás regalos bajo el árbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea (o cerrar ventanas y persianas), subir al trineo, acelerar y marchar hacia la siguiente casa.

Suponiendo que cada una de estas 91,8 millones de paradas este distribuida uniformemente sobre la superficie de la tierra (lo cual es falso, pero puede valer para los cálculos), hay 1,2 Km entre casa y casa. Esto da un recorrido total de 110 millones de Km., sin contar lo necesario para las paradas a hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31 horas. Se deduce de ello que el trineo de Santa Claus se mueve a unos 1000 Km/s, 3000 veces la velocidad del sonido. Como comparación, la sonda Voyager 1, uno de los objetos mas rapidos jamas construidos y que se encuentra en el limite del sistema solar, se mueve a apenas 17 km/s.

Un reno convencional puede correr a una velocidad punta de unos 24 Km/h. La carga del trineo añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que cada niño solo tuviera regalos que pesaran algo menos de 1 Kg, podemos deducir que el trineo transporta alrededor de 321.000 toneladas. Y eso sin contar al propio Santa Claus, a quien siempre se le describe como bastante rellenito (por no decir declaradamente obeso).

En la tierra, un reno convencional no es capaz de transportar mas allá de 150 Kg. Aunque el reno volador pudiera transportar diez veces esa carga, no bastarían ocho o nueve, sino que se precisarían unos 214.200 renos. Esto incrementa la carga (sin contar el peso del trineo necesarios para transportar ese peso) a unas 353.000 toneladas, mas o menos lo mismo que el Empire State.

353.000 toneladas viajando a 1000 Km/s crean una resistencia aerodinámica enorme, que provocara un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su reentrada a la atmósfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza absorberá 1 trillón de julios de energía por segundo, cada uno. En pocas palabras, se incendiarán y consumirán casi al instante, quedando expuesta la pareja de renos posterior.

También se originaran unas ondas sonoras que harian parecer el meteorito de Tunguska el choque de un mosquito contra el parabrisas del coche . El tiro de renos al completo se vaporizara en 4,26 milésimas de segundo. Santa Claus, mientras tanto, sufrirá una fuerza debido a la aceleración aproximadamente 17.500 veces superior a la de la gravedad (17.500 Gs). Si Santa Claus pesara 120 Kg (lo cual es incluso demasiado generoso), seria aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de mas de 2 millones de Kg y se carbonizaría a antes que que pasara el siguiente milisegundo.

Por consiguiente, si Santa Claus existió alguna vez, ahora está muerto.

Hasta aquí la demostración de la Física tradicional, pero teniendo en cuenta lo especial de este caso y las enormes magnitudes que estamos tratando, tal vez sería interesante considerar una posible explicación basada en la física cuántica.

Como se ha indicado, podemos conocer con bastante precisión la velocidad final del reno a través del aire seco de diciembre sobre el hemisferio norte (por ejemplo). Tambien podemos conocer con tremenda precisión la masa de Santa Claus y su trineo (puesto que se conoce el numero de niños, regalos y renos justo antes del vuelo).

Todo lo anterior significa que se puede determinar con excelente precisión el vector del momento cinético de Santa Claus y su cargamento. Basta con aplicar el principio de incertidumbre de Heisenberg para saber que la posición de Santa Claus, en cualquier momento de Nochebuena, es extremadamente imprecisa. En otras palabras, esta “difuminado” sobre la superficie de la tierra, de forma análoga a como el electrón esta “difuminado” a una cierta distancia del núcleo del átomo. Por tanto, literalmente puede encontrarse en todas partes en un momento dado.

Por ultimo, las velocidades relativistas a las que los renos pueden llegar durante breves lapsos de tiempo hacen posible que, en ciertos casos, llegue a algunos lugares un poco antes de salir del polo norte. Santa Claus y su carga, en otras palabras, pueden asumir durante breves periodos de tiempo las características del Taquión. Estamos de acuerdo en que la existencia de los taquiones aun no esta probada y es hipotética, pero lo mismo ocurre con los agujeros negros, y ya nadie duda de su existencia.

De todo lo anterior podemos llegar a la siguiente conclusion: O bien según la Física tradicional, Santa Claus está sin lugar a dudas carbonizado, o bien está en cualquier parte y en ninguna en cualquier momento, incluso antes de salir del Polo Norte, y todo ello depende del observador. Y eso solo puede significar una cosa: Papá Noel y sus renos son en realidad instancias del gato de schrödinger (Y que Hawking me perdone)

Y para finalizar, uno de los momentos con los que mas me he reido oyendo la radio, la mítica carta a Santa Claus leida en antena por GomaEspuma:

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