Titulo parafraseando al documental de Netflix del pulpo. Espero que esta entrada no quede tan naïf (o, directamente, moñas).
Hace mucho tiempo que he tenido bonsais. Todo empezó hace como 20 años con una pequeña Carmona. En aquel momento parecía que no sería demasiado complicado mantener un arbolito con vida. La vendedora -lo recuerdo perfectamente- me dijo que precisamente esa especie era facil de mantener. Mintió. Como he aprendido despues, la Carmona es precisamente una de las menos agradecidas y mas delicadas, entre las corrientes de aire, la facilidad para tirar todas las hojas y el gusto de la cochinilla por esta especie.
Desde entonces he tenido olmos, azaleas, zelkova, alguna carmona más… y ninguno me ha durado mas de 3 años. Los trasplantes son delicados y es donde han quedado la mayoria. Un arbol que siempre quise tener era el Arce Japonés, con sus hojas palmadas y su cambio de color de verda a rojo en otoño. Y el año pasado, en marzo -en pleno confinamiento- vi una oferta en Bonsai Levante y me lo compré. Quise que fuera un recordatorio de la pandemia y de mi cambio de trabajo tras 28 años en mi anterior empresa asi que me decidí a que durara un poco más que los anteriores aprendiendo a trasplantar o, si llegaba el caso, llevándolo a un experto.
Pero claro, llega el verano de 2020 y en algún sitio hay que dejar las plantas. Aunque otros años había llevado las plantas fuera de casa, el tener una vecina con una buena terraza y muchas plantas (y que ya nos había pedido que cuidáramos alguna vez) parecía la mejor opcion. Y ahí se fueron dos bonsais: una carmona y el arce (junto con un par de pre-bonsais y otras plantas normales). El arce tenia como sustrato akadama, lo que hace muy facil verificar su humedad: si está de color blanquecino está seco. Si está húmedo es marron. No es rocket-science. Y con respecto a la carmona, tambien advertí que la tierra tenía que estar básicamente húmeda.
La experiencia de solo 15 dias fuera no pudo ser peor: la carmona completamente seca. Muerta. Las ramas negras y lignificadas y sin ninguna hoja (¿cuanto tiempo estuvo sin regar?). Como estaba saliendo de un tratamiento de cochillina, no sentí mucho la pérdida. El arce japonés tambien estaba bastante seco, tenía algunas ramas un poco secas y había perdido algunas hojas, pero estaba vivo. La dejé en sombra y con cuidados durante unas semanas. Empezó a recuperarse y para navidades estaba ya con esta pinta
Y llegó el verano de 2021. Casi ni me acordaba de los incidentes del verano pasado. Despues de todo, pensé, la carmona es complicada y el arce estaba perfecto. Y pensé que con dar unas instrucciones más claras que el verano anterior (Tierra blanca: regar. Tierra marron: no regar) sería suficiente para que todo fuera bien durante 3 semanas. Insistí en ello. Le recordé lo que pasó el año pasado.
Pero no fué suficiente. A la vuelta, sonriente, la vecina nos dijo que podíamos ir a recoger las plantas cuando quisieramos. Otras plantas, aunque secas, no estaban tan mal. Pero el estado del arce (2 dias despues de haberlo recogido) es este:
Las hojas que había estaban completamente secas (las he quitado y hecho una pequeña poda para ver si sale algo. Lo dudo). Las ramas estan secas, quebradizas. Está completamente seco. En mi opinion, no ha sido regado ni siquiera una vez por semana, cuando debería haberlo sido todos los dias con el calor que ha hecho. (Tierra blanca: regar. Tierra marron: no regar) . Ni una disculpa. Ni un comentario. Como si no hubiera pasado nada.
Asi que vuelvo al título: lecciones aprendidas:
- No porque alguien sepa como hacer una tarea (sus plantas si están bien) quiere decir que va a hacer algún esfuerzo para ti. Cuando a mi me tocó regar las suyas, si que tuve cuidado (hasta el punto de cancelar algún plan) de que sus plantas estuvieran bien cuidadas
- Derivada de la anterior: que tu hagas tu tarea con mimo y dedicación no quiere decir que vayas a ser correspondido. Dos veces
- Lie me once, shame on you. Lie me twice, shame on me.
- Esta bien aprender, aunque sea por el camino duro, el talante de las personas. En quien confiar y en quien no.
Reconozco que tengo un rebote imporante. Alguien podrá decir «solo es una planta». Y… no. No es solo una planta. Para empezar porque a un bonsai lo conoces. Has podado (pinzado) cada ramita. Sabes donde está cada brote, cada raiz, cada nueva rama. Es algo mas que un hierbajo o una planta que simplemente dejas crecer a su aire y a la que solamente riegas y poco mas.
No creo que se recupere, parece estar totalmente muerto pero… vamos a esperar unos dias a ver si aparece algún nuevo brote. Al menos servirá para no volver a dejar plantas -ni ninguna otra cosa, por descontado- a esta persona.