Desde pequeño (desde muy pequeño) siempre quise tener un pequeño helicóptero con cámara. Eso era alrededor de 1975 asi que la idea era poco menos que ciencia ficción. Ahora, claro no lo es, y los cuadricópteros con cámara empiezan a ser mas y mas accesibles.
Asi que hace poco, aprovechando el medio siglo que dice el carnét de identidad que tengo elegí como regalo de la familia un Parrot BeBop. Con aparentemente buena calidad de video y de fotos, programable en Python, con GPS y con un precio ajustado. Lo pedí mientras estaba de vacaciones, a uno de los mayores (por no decir, con mucha diferencia, el mayor) distribuidor del mundo. No creo necesario decir el nombre pero a buen entendedor…
A la vuelta me lo encontré y he tardado un par de dias en ponerlo en marcha. Ya habia visto videos de como manejarlo, como actualizarlo y demás, asi que ayer tuve un ratillo y al cargar una de las baterias (viene con dos).. vaya, parece que da problemas al cargar. Mala suerte. Habrá que cambiarlo. Pero, hey!, tengo una bateria para jugar 10 minutos con el. ¡Vamos al parque!.
Empiezo a volarlo, joder que maravilla. Fácil manejo (con el móvil), estable… ¡que gozada!. Pero… ¿que es esto?. ¿Sin espacio de almacenamiento para grabar?. ¡Pero si solo llevo unos pocos minutos!. Bueno, terminemos el vuelo y en casa vemos que le pasa.
Llego a casa, lo conecto por USB y me encuentro varios videos que no son mios. El nombre del fichero indica las fecha: 18, 21 y 22 de Agosto. Antes de que yo siquiera lo pidiera. Está claro que alguien ha usado antes este drón. Pero no ha tenido la mas mínima precaución de borrar los datos de la memoria antes de devolverlo. Más aún: en el servicio en la nube que ofrece Parrot, y (supongo) por el numero de serie del aparato, puedo ver exactamente donde se realizaron los vuelos. Tengo la posición exacta de la casa del antiguo propietario, el parque donde lo voló durante un fin de semana en la zona noroeste de Madrid. Por supuesto, vídeo y fotos suyas en zapatillas, con la mujer, los niños y el gato en casa.
En el registro de vuelos que ofrece el servicio de Parrot (otra cosa que habrá que mirar despacio, porque veo vuelos publicos de cientos de personas) veo incluso que el cuadricóptero tuvo un accidente en uno de los vuelos. Efectivamente: tengo el vídeo del accidente, contra un árbol en el que quedó enganchado.
Mas allá de la anécdota, que no es pequeña, me quedo con un par de reflexiones. La primera: hay que ser (por decir lo mínimo) un poco descuidado para devolver un aparato que te ha estado grabando durante varios dias en tu casa, con tu familia, registrando tu posicion GPS… y no borrar nada. O descuidado o tan estúpido como para gastarte 500€ en un aparato que no sabes ni lo que hace (y que dejas volar a tu hijo de unos 9 ó 10 años). Vale que lo de borrar las rutas GPS puede tener algo mas de magia pero… ¿ni siquiera viste los vídeos?.
Lo segundo: no me ha gustado nada el que los vuelos (los mios y los de cientos de personas), por defecto, aparezcan públicos en la aplicación de control FreeFlight. No recuerdo ni siquiera haber aceptado de forma autoḿatica ningún acuerdo de licencia con Parrot que permita hacer pública mi posición asociada a un alias, con mi modelo de dron, modelo de teléfono/tablet . Mal, muy mal, Parrot. Vale que todos queremos ser muy sociales y presumir, pero eso lo elegimos cada uno. ¿Que pasa si me roban (o pierdo, en un vuelo mas alejado de lo previsto, o por un fallo en el sistema de control) el cuadricóptero?. ¿Ademas de eso el ladrón tiene acceso a todos los sitios por donde lo he volado, incluyendo mi casa?
Y por último, con respecto al distribuidor/vendedor: tambien muy mal: no se puede vender un aparato de segunda mano, que ha sido devuelto (presumo que por el problema que contaba al principio de que una de las dos baterias incluidas no carga) como si fuera nuevo. Muy bien el servicio de reclamaciones que sin coste me va a enviar otro (espero que) nuevo sin coste. Pero asi no se hacen las cosas.