Ayer escribí un e-mail a una amiga de Londres para quedar con ella a
cenar la noche del 16 de junio. Yo soy así de moderno. A la vuelta de
correo, sin embargo, me fijé que en la barra de la derecha de
Gmail, donde suele ir la publicidad, Google me ofrecía añadir la “cita”
a mi calendario personal de Google —otro servicio beta al que estoy
apuntado-. El robot había analizado la carta y había entendido que
quería cenar con esta persona, el día y la hora, y me ofrecía anotar
todos estos datos, de forma automática, en mi calendario. ¿No sienten
un pequeño escalofrío?
Tomado de el gadgetoblog, lectura completa aqui